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Sergio Bernal: «Por desgracia, hemos tenido grandes artistas que han ensuciado la imagen de la danza española»

Marketing| 5 de febrero de 2019

“La danza es una profesión con luces en escena y sombras fuera, una carrera de fondo muy dura en la que no llega el que más vale sino el que más persigue su meta. Tienes que trabajar día a día y mientras que en otras profesiones la edad da una experiencia que puedes aplicar para mejorar tu carrera, aquí adquieres experiencia pero el tiempo es limitado. Yo tengo 28 años y solo hasta los 40 podré mantener un nivel fuerte, así que me quedan 12 años, que es prácticamente el mismo tiempo que llevo bailando. Esa urgencia y esas limitaciones hacen más explosiva esta profesión y más necesario no dejar de progresar”.

Sergio Bernal, el diamante de la danza española cuenta a Influencers que gracias a su madre se acercó al mundo de la danza. «Mi madre nos apuntó a mi hermano gemelo y a mí con cuatro años a clase de sevillanas cerca de casa, en Usera (Madrid), para tener ella un poco de tiempo libre. Sin ningún otro sentido porque nadie de mi familia ha tenido que ver con el arte ni con el flamenco.

¿Cuánto hay de atletismo y de arte en la danza? Porque la forma física es fundamental…

Las dos cosas tienen igual importancia. La danza es timing, preparación, velocidad, técnica y fondo físico… pero lo otro es imprescindible porque necesitas impregnarla de esa parte bella que hace que un paso no sea un paso sino un momento brillante, que no se vea una pirueta sino una energía. Ahora estoy preparando una coreografía con muchas piruetas sobre el mito de Ícaro, que tiene que volar antes de que el sol deshaga sus alas. Esas piruetas tienen que representar cómo coges el vuelo metiéndote en esa mitología. Lo que se trabaja de un paso es su parte más técnica pero tiene que evolucionar hacia otra cosa.

De los bailarines con ese «pellizco» que les distinga en la danza española ¿qué nombres me darías?

Joaquín Cortés en sus principios me impresionó mucho, cuando hizo Cibayí, su mejor espectáculo y la cumbre de la danza española y del flamenco. Ha sido de los mejores bailarines tanto técnicos como artísticos que ha habido en la danza española. Y Antonio el Bailarín (Antonio Ruiz Soler) ha sido siempre un referente que revolucionó el mundo entero con su danza. Mezcló danza española, flamenco, clásico… y salió Antonio.

¿Y del ballet clásico?

Baryshnikov me encanta como actor y como bailarín. Y tuve la suerte de conocer a Maya Plisétskaya, convivir con ella y verla en escena, que ha sido uno de mis mayores regalos.

Sergio viste jersey de cuello vuelto y pantalón de lana en raya diplomática de Zara y zapatos de Pedro del Hierro

 

Cuando interpretas El cisne, de Saint- Saens, una pieza que hizo famosa la Pavlova, arrasas. ¿Fuiste el primer hombre en ejecutarla?

Antes lo estrenó Igor Yebra en el 2000 durante una gala homenaje a Maya Plisetskaya por sus 80 años, en el Bolshói. Y luego ya lo he bailado yo con coreografía de Ricardo Cué. Llevo trabajando con Ricardo nueve años, me ha acompañado prácticamente desde que salí del conservatorio y, además de llevarme a los grandes escenarios, ha sido mi guía. Yo he sido parte de su inspiración y él de la mía, y siempre contamos con trabajar juntos.

¿Qué papel cumple el coreógrafo para un bailarín?

Por muy consolidado que esté, un bailarín ve su parte pero necesita un director, una persona enfrente que vea el cien por cien. El coreógrafo es alguien que te pone delante un lienzo, lo pinta, y tú lo rematas con ese porcentaje que deja libre para que impregnes su coreografía. Es él quien te hace bailar.

¿Qué sentiste cuando te dieron en 2012 el premio Positano al bailarín más destacado de la escena internacional?

Fue una maravilla porque es el segundo más importante de la danza. El primero es el Benois de la Danse, que dan los rusos sólo a danza clásica y un poco a la contemporánea, pero que nunca han premiado a la danza española. El ballet clásico es un ambiente bastante cerrado y me gusta introducirme con El cisne para abrir ese campo ya que un bailarín con buena preparación puede hacer una cosa u otra.

El premio Positano me situó en el ballet internacional y fue un empujón para hacer una carrera internacional. Por desgracia hemos tenido grandes artistas que han ensuciado la imagen de la danza española con su comportamiento y ahora estamos intentando volver a abrir espacios. Un camino duro porque han dejado mal sabor de boca en algunos circuitos y teatros… no digo más.

 

En la entrevista, Sergio nos cuenta qué siente al bailar El cisne, cuál es su filosofía vital; y nos da su opinión a cerca del panorama artístico y su visión de futuro. Todas estas respuestas y la entrevista completa, la encontrarás en el número de enero 2019 de la revista Influencers.

 

 

 

Por Juan Carlos de Laiglesia

Fotos: Jesús Cordero

En la foto destacada, Sergio lleva una bomber de terciopelo bordado y polo de Emporio Armani, pantalón Lacoste y zapatos de Pedro del Hierro.
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