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Nacho Dean se lanza a la expedición Nemo

R3pyme| 10 de julio de 2018
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Este malagueño (sin acento andaluz) de 38 años ha sido el primer español que ha recorrido el mundo entero a pie. En los tres años que van del 21 de marzo de 2013 al 20 de marzo de 2016 anduvo 33.000 kilómetros pasando por 31 países. Lo hizo sin asistencia ni descanso, con la única compañía de un carrito donde llevaba lo imprescindible para subsistir. Fue su homenaje a la madre tierra.

Ahora comienza una nueva aventura igual de ambiciosa: unir los cinco continentes atravesando a nado los estrechos que los separan (Gibraltar, Bósforo, Aqaba, Bering y Bismarck).

Como cuenta a revista Influencers nada más sentarse en esta cafetería del centro de Madrid, “Todo suele empezar con un ‘¿por qué no?’. Una vez publicado Libre y salvaje (Zenith, 2017), el libro donde conté mi vuelta al mundo andando, enseguida me planteé qué iba a hacer después. Cuando daba la vuelta al mundo tuve que buscar un medio de transporte cada vez que llegaba a una orilla, porque el planeta está cubierto de agua en un 70%. Y pensé: ‘¿Por qué no unir los cinco continentes nadando?’. Con ese estímulo apasionante me puse a elegir los estrechos y a calcular las distancias”.

Nacho ha elegido salir el 8 de junio por coincidir con el Día Mundial de los Océanos y nos cuenta los problemas medioambientales a los que se enfrentan los estrechos que ha elegido para esta expedición: «Cada zona tiene su particularidad. Por el Mediterráneo cruzan un 50% de los buques mercantes del planeta y es el mar con más tráfico marítimo del mundo. También allí los tiburones están en peligro de extinción porque les cortan las aletas para venderlas en China, y al no poder nadar mueren mutilados. Gibraltar tiene esos problemas y en el estrecho de Bering es el deshielo del Polo Norte el que hace que se planteen abrir nuevas rutas comerciales allí para ahorrarse el estrecho de Panamá. En el mar Rojo (Aqaba) hay industrias nucleares. Y en el estrecho del Bósforo, que comunica el mar Negro con el Mediterráneo, está disminuyendo la población de marsopas y delfines.»

¿En qué orden vas a cruzarlos?

Primero, Gibraltar. Después, el Bósforo. Tercero, el estrecho de Dampier, en el archipiélago Bismark (Papúa Nueva Guinea), que separa Asia y Oceanía. Después el de Bering, entre Alaska y Siberia. Y, por último, Aqaba, en el mar Rojo. Si todo fuera rodado, mi plan sería hacer un estrecho al mes. Gibraltar en junio, el Bósforo en julio, Bering en agosto (hay que hacerlo entre julio y septiembre porque en otros meses está congelado), Bismark en septiembre y Aqaba en octubre.

Cuando se forma un nuevo proyecto en la cabeza de un aventurero, ¿se piensa en el reto deportivo o en el mensaje que se puede transmitir?

En mi caso se une el reto personal a la necesidad de aportar un granito de arena para mejorar el mundo en el que vivo. Se juntan mis pasiones, lo que he estudiado –publicidad y medioambiente–, la aventura, mis ganas de viajar, el deporte…

Me llamaba la atención el interés masivo que despierta el fútbol y quise dar la vuelta al mundo a pie para atraer las miradas con una acción épica hacia el cuidado del planeta.

Otra motivación importante para esa aventura fue la crisis que observaba a mi alrededor. Veía tal hastío en la sociedad, tal falta de pasión por la vida, que quise contar la historia motivadora de una persona normal que tiene un sueño y, luchando por él, es capaz de conseguirlo. Era un canto a la vida y a la libertad, porque yo no quería llegar a los ochenta años y tener que decir: “Mierda, la vida es un regalo y la he desaprovechado”. Fue un mensaje potente de motivación con el objetivo de que la gente no se quede de brazos cruzados esperando a que le den las cosas hechas. Tenemos el poder de crear la realidad. Entonces, trabajemos por aquello que queremos.

Un proyecto de aventura tan complejo requiere organizar una estructura. ¿Quién forma tu equipo?

Básicamente, el nadador, un cámara y un médico deportivo. Hay una embarcación de apoyo porque si te cansas en el mar o tienes un calambre, ¡allí no hay sillas para descansar! [Se ríe]. Pero hay más gente del equipo que se queda en tierra, claro.

Archivo personal de Nacho Dean

 

En esta entrevista, Nacho revela a revista Influencers el secreto de su preparación física, para poder atravesar a nado los kilómetros que componen el cruce de los estrechos y cuánto tiempo hace falta para cruzarlos a nado. Y todo lo que conlleva formar parte de la comunidad aventurera española: expedicionarios con fines científicos y deportivos que dan conferencias y publican libros sobre sus retos.

 

>>Todas estas respuestas y la entrevista completa en el número de julio-agosto de la revista Influencers. ¡Ya en tu quiosco!

 

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