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María Blasco: “Las mujeres han estado en la ciencia desde el principio, pero han sido ignoradas»

Marketing| 10 de febrero de 2021

María Blasco, toda una vida dedicada a la ciencia, que lleva ocho años al frente del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), la casa científica española que más luz aporta a la esperanza de los pacientes con cáncer. Su carrera científica demuestra la calidad de nuestros investigadores y el talento femenino que empieza a ocupar su lugar en el mundo de la biomedicina. Aterrizó en el universo de la Biología Molecular hace más de 30 años y desde entonces, entre telómeros y telomerasa, entre estudios y ratones, avanza en el camino de la evidencia científica para desarmar las patologías que tienen que ver con el envejecimiento, con un empeño especial por convertir en enfermedades curables todos los cánceres que arrasan nuestra esperanza de vida.

A la espalda de las Cuatro Torres -y media- de Madrid y con un ojo puesto en las ventanas del Hospital de La Paz, y en todos los hospitales de España donde hay gente que sufre enfermedades incurables. Allí tienen su asiento los profesionales del Instituto de Salud Carlos III. En ese epicentro de vanguardia científica nacional se encuentra el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), un parque de atracciones de realismo, futuro y progreso que puso en marcha en 2003 el Gobierno de José María Aznar y que transmite una consistente madurez en su pelea contra el cáncer a pesar de sus 16 años de vida.

Hemos quedado con María Blasco (Alicante, 1965), directora de esta casa desde 2011, para conocer a la exploradora que lleva dentro. Firme y segura, con conocimiento de causa de sobra, seguimos sus pasos.

Descubrió su vocación por la Ingeniería Genética al límite, poco antes de entrar en la Universidad. ¿Cómo de fuerte fue la atracción para que siga tan viva?

Muy fuerte. No tenía muy claro a qué quería dedicarme, pero me hablaron de la Ingeniería Genética y la Biología Molecular y pensé que encajaban bien con lo que estaba buscando: hacer investigación en ámbitos relevantes que sirvieran para curar enfermedades. Modificar el ADN y alterar las células para descubrir el origen de las patologías me llamó la atención desde el principio.

¿Pesan las expectativas de ser un referente de la ciencia española?

Lógicamente, en la ciencia española hay muchas más mujeres. No soy la única. Ahí está Margarita Salas, y muchas otras, como Ángela Nieto o Fátima Bosch, que están muy reconocidas internacionalmente. Admito que los científicos no somos los personajes más conocidos por parte de los ciudadanos. El grado de conocimiento de la opinión pública española sobre la ciencia y sobre los científicos es bastante bajo.

Su carrera despegó con fuerza muy cerca de Margarita Salas. Más allá de la ciencia, ¿qué aprendió de ella para siempre en su trabajo profesional?

Muchas cosas. Margarita Salas fue la persona que me formó como científica, algo que no se abordaba en la carrera. Con ella aprendí qué era el mundo de la investigación, cómo se trabaja en un laboratorio, el rigor, el deseo por conocer la verdad de los fenómenos que estás estudiando, cómo avanzar siempre un paso más sobre un tema… Aquello iba más allá de hacer experimentos. Es una manera de vivir.

¿Nota un cambio en positivo en la opinión pública española sobre la importancia y la valoración de la ciencia?

La Asociación Española de Ciencia y Tecnología hace estudios sobre la valoración social de la ciencia y destaca que se valoran muy positivamente los avances técnicos en Medicina, pero no se entiende del todo la conexión entre investigación y nuevos tratamientos médicos. No somos conscientes de la importancia de la investigación hasta que estamos enfermos de una patología incurable. Por eso, la investigación debería preocuparnos a todos en primera instancia. En el mundo avanzado en el que me gustaría vivir seremos capaces de tratar todas las enfermedades. Es un mundo que aún no existe, pero conseguirlo me parece prioritario.

¿El talento joven está en nuestra ciencia, o se fue?

Hemos perdido muchísimo talento joven estos años en este contexto de recortes importantes de la inversión en ciencia. Es importante que el talento salga fuera a formarse, siempre y cuando tengan la posibilidad de volver y traer conocimiento y contactos para potenciar la ciencia española. Retener el talento joven debe ser una apuesta firme del Gobierno. Los científicos estamos muy preocupados, porque no vemos que esa sea una prioridad. Nadie habla de ciencia.

¿Somos punteros en investigación oncológica?

Sí. España es un país puntero en investigación en Biología Molecular del cáncer. También somos punteros en ensayos clínicos en fase temprana con desarrollo de nuevos fármacos. En España hay un nivel en investigación -no solo en cáncer- muy alto, lo cual es sorprendente, porque este país no dedica mucha inversión a la ciencia. Los científicos españoles estamos muy preparados y somos muy creativos. Merece la pena invertir en la capacidad investigadora de este país.

 

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Texto: Álvaro Sánchez León

Fotos: CNIO

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