EL MAGO POP: “Me considero un influencer del “boca-oreja”
Antonio Díaz, más conocido como Mago Pop, se ha convertido a sus 32 años en el ilusionista más taquillero de Europa y uno de los más influyentes del mundo. Por sus juegos de manos han pasado personalidades de la talla de Stephen Hawking, Antonio Banderas o Zinedine Zidane, entre otros.
Le entrevistamos durante la celebración del evento de presentación de los nuevos embajadores de Historias de Confianza, de Reale Seguros, en el Teatro Rialto, el que hace tan solo 4 años le catapultara definitivamente al estrellato con su primera gran obra La Gran Ilusión y en el que ahora está arrasando con su nuevo espectáculo: Nada es Imposible.
Cuéntanos un poco más sobre tu nueva propuesta. ¿Qué se va a encontrar el público en Nada es Imposible?
Es el espectáculo que he querido hacer durante toda mi vida, hay un poco de todo. Hay juegos que hago desde hace muchos años y que me han dado muchas alegrías y luego hay juegos de mucha envergadura que siempre he querido hacer. Verán un espectáculo de gran formato. Hay muy pocos espectáculos de esa dimensión en el mundo.
“La magia es un juego en el que el ingenio y la imaginación hacen posible lo imposible”
¿Qué es para ti la magia?
Para mí la magia es mi oficio, que es un oficio maravilloso. Además, es un juego de ingenio con el espectador en el que él sabe que lo que tú haces no es verdad y tú sabes que él lo sabe, pero jugamos a obviarlo. Es un juego de adultos en el que el ingenio y la imaginación hacen posible lo imposible.
¿Cuál ha sido tu actuación más complicada?
He tenido muchísimas, durante muchos años. Yo creo que hace unos años eran más complicadas porque actuaba en sitios que, a lo mejor, eran hostiles para la magia, como al aire libre, en teatros que a lo mejor no estaban muy equipados,…. Hoy en día, tengo la oportunidad de escoger dónde actúo, cuándo y cómo, y eso da una mayor tranquilidad, que también para el tipo de magia que hacemos, que es muy técnica y muy compleja, es imprescindible.
¿Contáis con nuevas tecnologías en los espectáculos?
Totalmente, hay de todo. Utilizamos ciencia, ingenio, técnicas que tienen que ver con la habilidad, con las horas de ensayo y también la nueva tecnología, por supuesto.
Recientemente, los medios se hicieron eco del accidente de un mago -hablamos del ilusionista español, Pedro Volta- al que le falló uno de sus trucos de escapismo en el agua…
Sí, además es amigo mío. Me llamó ayer, estuve hablando con él y me lo contó todo y, ¡ostras! Me alegro mucho de que se haya recuperado Pedro y desde aquí le mando un saludo. Hay juegos que tienen riesgo real. Al final, de la misma manera que te puede fallar un juego de cartas, te puede fallar un juego en el que arriesgas tu vida. En este caso, en una urna de agua te puedes desmayar y entiendo que le pasó un poco por el esfuerzo y el sobreesfuerzo de un juego que, además, es complejo. Afortunadamente, solo ha sido un susto.
¿Cómo te iniciaste en este mundo?
De niño, desde que era muy pequeño, y no tengo antecedentes familiares ni nada por el estilo. Me enamoré de la magia cuando era niño porque vi a un mago y me alucinó. Me regalaron juegos, libros y, sobre todo, uno de ellos que era técnicamente muy complejo. Y por eso también, desde pequeño tenía una técnica como muy sofisticada: era como empezar a estudiar medicina cuando eres niño. Fue un salto muy importante.
¿Cuáles son tus referentes? ¿A quién admiras?
A nivel mágico, especialmente a David Copperfield. Yo creo que es el mago más grande que ha habido en la historia, ya no solo porque es un ilusionista excepcional, sino por su inteligencia comercial. Ha hecho que la magia, de repente, esté de moda, que llene auditorios, teatros y es un referente, sin lugar a dudas.
Tu programa de televisión, pionero en España, se emite en más de 150 países a través del canal Discovery Channel y en tus redes cuentas con casi medio millón de seguidores, ¿qué te queda por hacer? ¿Te consideras a ti mismo un influencer?
No me considero nada influencer porque, además, creo que me paseo por un territorio muy indie, que es la magia. Sí que noto el crecimiento comercial que estamos teniendo, que no hay una relación lógica entre lo desconocido que yo pueda hacer y el éxito que tienen nuestros espectáculos, que al final son muy comerciales y muy seguidos. Creo que, si podemos considerar que soy uno de ellos, yo sería un influencer del “boca-oreja”, en lugar de un influencer de redes. El “boca-oreja” de ver una experiencia de una hora y media, en la que te lo has pasado fenomenal, y que tienes la necesidad de compartir.
¿Qué importancia le das a las redes sociales?
Les doy una importancia, que la tienen, para tener una cierta comunicación con la gente que ya te ha visto y ya te conoce, lo cual es muy de agradecer. Y también como método de desahogo, para volcar ahí cosas que, a lo mejor, no tienen cabida ni en televisión ni en teatro y, de repente, les puedes dar su sitio ahí. Para mí, son un sitio donde te puedes expresar.
“El secreto es fundamental en nuestro trabajo”
¿Alguna vez has revelado un truco?
¡Nunca! A nadie. Solamente, a veces, a parte de mi equipo, pero tiene un contrato de confidencialidad. Sabemos que el secreto es fundamental en nuestro trabajo.
¿Cuál ha sido tu público más exigente?
El público americano es muy exigente porque está muy acostumbrado a ver magia, pero te diría, y fíjate que yo soy de Barcelona y lo conozco, que el público barcelonés también es muy exigente a nivel teatral porque, durante muchos años, han visto muchísimos espectáculos. También el de Madrid, por supuesto. Creo que, en general, los lugares donde hay mayor tradición teatral es donde hay mayor exigencia. También los niños, porque son los más sinceros [risas]. Si con los niños funciona, es muy fácil que con los adultos también.
¿Cuáles son las claves del éxito de un buen espectáculo?
El ritmo. A mí me fascina mucho que una cosa vaya fluida; el factor sorpresa, que sea inspirador y divertido. El ritmo para mí es algo muy importante.
¿Crees que el mundo del ilusionismo está mejor ahora que hace unos años?
Creo que no, ha habido una gran hornada de ilusionistas desde hace decenas de años. Quizás ahora sí que es más fácil llegar a la gente con las redes sociales, la televisión y demás, pero el nivel de la magia en este país siempre ha estado muy bien. Ahora empezamos a crecer a nivel de escenario. En España había una gran tradición de magia de cerca, con cartas, objetos pequeños,… grandes espectáculos así como el nuestro no había habido tantos en la historia y, de repente, hay una oleada muy buena y eso está genial.
¿Cómo te ves dentro de 20 años?
Me gustaría haber conseguido una serie de sueños que estamos dibujando. Me gustaría que nuestra marca, hablo en plural porque estoy yo delante pero al final somos un gran equipo, sea muy importante a nivel mundial durante un periodo suficiente como para dejar un poco de huella, eso me haría muy feliz.
Al final no te puedes transportar al futuro… ¿o sí?
Estaría muy bien, aunque igual iría al pasado antes que al futuro para ver cosas que me han contado [risas].
Por Ana Matías
