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Inditex ‘se pone de perfil’ ante los abusos en China para salvar su negocio

Ángel Sánchez| 2 de abril de 2021

Inditex es una empresa controvertida. Así, la compañía que ha convertido a su fundador, Amancio Ortega, en el hombre más rico de España siempre ha sido un blanco fácil tanto para críticos como para adoradores. Los primeros argumentan básicamente dos temáticas: una más endeble, acerca de su laxa fiscalidad, y otra más intrigante, sobre el aprovechamiento de recursos producidos por trabajadores en régimen de casi esclavitud. En el caso del primer alegato las cifras hablan por sí solas a favor de la firma.

Pero para la segunda existe una falta de iniciativa preocupante, como ha ocurrido recientemente con el caso de China y el pueblo uigur. Un caso particular que ha captado la atención internacional y que ha conocido su último esperpento con la huida del corresponsal de la BBC, John Sudworth, del propio país asiático. Y, es que, el periodista habría recibido amenazas por parte de las autoridades por la cobertura hecha de los atropellos que sufre la minoría racial.

Los abusos del régimen comunista chino con el pueblo uigur, una minoría musulmana que vive en la región noroccidental de Xinjiang están catalogados como un crimen de lesa humanidad. Una catalogación que no ha evitado, ni parece que lo hará en el futuro próximo, que las autoridades del gigante asiático sigan perpetrando crueldades como crear campos de concentración, a los que llaman “centros de educación y capacitación vocacional”, donde se les ‘lava’ el cerebro y se les obliga a realizar trabajos forzosos.

 

LA CONTUNDENTE RÉPLICA DE H&M

Pero Xinjiang y los uigures son famosos por otro motivo: el algodón que se produce en la región es considerado uno de los mejores tejidos del mundo y, a su vez, convierte a la zona en el mayor productor mundial de este material. De hecho, el algodón de Xinjiang representa el 85% de la producción china y el 20% de la oferta mundial del mismo. Por ello, a medida que los abusos han ido saliendo a la luz, un mayor número de empresas textiles han denunciado la situación.

El problema es que Inditex no ha sido una de ellas o, al menos, no lo ha hecho con la contundencia que correspondía y que sí han mostrado sus competidores. Así, el gigante H&M emitió un comunicado el año pasado en el que expresaba su “profunda preocupación” por los informes de las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación que incluyen «acusaciones de trabajo forzoso y discriminación de minorías étnicas y religiosas» en Xinjiang y que había dejado de comprar algodón a los productores de la región.

 

LAXA RESPUESTA DE INDITEX A LOS ABUSOS CHINOS

Por su parte, la denuncia de Inditex se limitó a un comunicado conjunto con otras marcas y firmado bajo el pseudónimo de una asociación. Así, a través de las siglas BCI (Better Cotton Iniciative), que engloba a la propia Zara junta a otras como PVH, de Calvin Klein, emitieron una nota en la que recelaban del uso del algodón de Xinjiang debido a sus más que dudosos métodos de trabajo. La opción tomada por la empresa española pareció poco contundente.

De hecho, ese mismo comunicado firmado por distintos actores y bajo las siglas de BCI desapareció de la página hace unos días. La ‘excusa’ oficial según se ha trasladado a algunos medios de referencia era que la web había sido objeto de una serie de ataques cibernéticos y que el documento se volvería a publicar “cuando se pudiera”. Aunque la realidad se va imponiendo. Así, esa misteriosa desaparición tendría que ver con la postura del Partido Comunista Chino de elevar la tensión contra las compañías y los periodistas que han levantado la voz contra sus abusos.

Así, un grupo de funcionarios gubernamentales y medios estatales se han unido para atacar a Nike, Uniqlo o Adidas exigiendo que se retractaran de sus declaraciones pasadas si querían seguir ganando dinero en China. Aunque el ataque frontal más contundente ha sido contra H&M. Así, el 26 de marzo, las aplicaciones chinas, desde el comercio electrónico hasta los mapas, habían eliminado a H&M de sus plataformas. Un aviso importante en el que Zara pasó de puntillas gracias a su falta de contundencia a la hora de criticar los abusos chinos.

 

LOS ENORMES BENEFICIOS DE ZARA EN CHINA

Una tibia respuesta de Inditex coincidente con un alto interés económico de la firma en la región. De hecho, China es el segundo país en el que la compañía española posee más tiendas, por detrás de España, lo que le convierte en una región clave para sus beneficios. Además de que los ejecutivos de la firma española ya saben cómo se las gastan los políticos chinos: en 2018 las autoridades del gigante asiático lanzaron una ofensiva contra el grupo al entender que sus declaraciones, al catalogar al Tíbet como un territorio independiente, era irrespetuosas con su “integridad territorial”. Unos años más tarde el Tíbet ha sido aplastado. Una suerte que parece que puede correr próximamente Hong Kong.

Mientras, la firma española trabaja para sanear su red de suministros y no verse en medio de este tipo de problemas, aunque muchas veces apartarse no es la solución. H&M -para bien o para mal- dio el paso, Inditex no.

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