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Influencers que cambiaron el mundo: Tim Berners-Lee

Marketing| 31 de julio de 2019

Tim Berners-Lee es el padre de la World Wide Web. URL, HTTP, HTML,… Son toda esa red imposible de términos informáticos con los que todos tratamos de estar familiarizados para no perder el ripio de nuestro tiempo. Y es que la Red digital nos rodea: se ha convertido en el canal de casi toda interacción con el exterior. Un invento que apenas tiene 30 años, pero que ha revolucionado la forma en la que entendemos Internet y, por ende, el mundo.

Sus padres eran matemáticos y se conocieron construyendo un ordenador, Tim Berners-Lee (Londres, 1955) se graduó en Ciencias Físicas en el Queen’s College de Oxford en 1976. Mientras estudiaba, construyó un ordenador con un soldador, circuitos TTL, un procesador Motorola 68000 y un televisor viejo. Su pasión por la informática se veía venir, pero no fue por pasión sino por necesidad, por lo que Tim se convirtió en el arquitecto de la web y una de las personas más importantes de nuestro tiempo, al desarrollar las bases de las tres nuevas uves dobles.

Su primer objetivo era difundir la información de sus investigaciones de manera efectiva cuando trabajaba en un pequeño laboratorio de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), ubicado en Ginebra (Suiza). Por aquel entonces, el nodo de Internet más grande de Europa. Esto le convirtió en uno de los artífices del Internet al alcance de las masas accidentalmente en 1989, cuando pretendía crear una suerte de Dropbox con sus compañeros de trabajo. Primero, creó el lenguaje HTML, el idioma que permitía almacenar piezas de información en una nueva plataforma, conectarlas y poder trabajar con ellas en un entorno multiusuario basado en el sistema del hipertexto que ya había ideado previamente. Tras esto, solo hacía falta un protocolo HTTP, que se convirtió en el primer servidor web del mundo al que acudir y el sistema para localizar ese servidor en la Red, la URL.

A él le gusta simplificarlo, pero solo una mente brillante que no se deje amedrentar por los retos puede estar detrás de semejante invento: “El límite de las máquinas no es su potencia, sino nuestra imaginación” afirma, y asegura que aún no hemos visto nada, profetizando ya lo que será el Internet de las Cosas (IoT), que ya ha empezado a implantarse con nuevos dispositivos y capacidades nunca antes vistas en un objeto tecnológico.

Siguiendo la línea de acceso universal que siempre defendió Berners-Lee, en 1994 fundó el Consorcio de la World Wide Web (W3C), un organismo internacional de estandarización de tecnologías web que ahora cumple su 25 aniversario, dirigido conjuntamente por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el ERCIM francés y la Universidad de Keiō en Japón, que un día decidió que todos sus estándares fuesen libres, es decir, que los pudiese utilizar todo el mundo libremente sin coste alguno, a pesar de las amenazas de empresas y gobiernos, lo que sin lugar a dudas fue una de las claves para que la web haya llegado a tener la importancia que tiene hoy y las sorpresas que nos deparará en el futuro.

 

Por Ana Matías

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