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El think tank hispanoparlante más importante del mundo es español

R3pyme| 18 de octubre de 2018

La Universidad de Pensilvania elabora anualmente desde hace años el principal ranking de think tanks entre los más de 7.000 que tiene catalogados. En su última lista general, el primero de los españoles es el CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), que escala 24 posiciones hasta situarse en el número 36 del mundo. Su director, Jordi Bacaria, dejó el cargo en septiembre; pero antes nos explica el papel de estas instituciones en la era de los likes y los retweets.

 

¿A qué se pudo deber este ascenso en el ranking de think tanks?
No tendría una respuesta, quizá solo hipótesis. Tratamos de posicionarnos internacionalmente y esta estrategia tiene, en algún momento, su efecto. Nuestra presencia en algunas cumbres o la de temas latinoamericanos como el proceso de paz en Colombia en la agenda internacional nos han podido dar visibilidad. La crisis catalana no nos ha debido afectar, ni para bien ni para mal, porque no hemos entrado en ese debate.

¿Cómo se elabora un ranking como este? ¿Es fiable? ¿Se podría hacer mejor?
No hay ningún ranking perfecto, ni los académicos lo son. Todos acaban incluyendo algún sesgo y los que trabajamos en investigación constantemente estamos sometidos a la dictadura de los rankings: tenemos que trabajar para estar en ellos, pero al mismo tiempo vemos los defectos que tienen. Metodológicamente, el de Pensilvania no deja de ser un sistema de nominación. Miles de expertos de todo el mundo tienen la paciencia –pues lleva muchas horas contestar el cuestionario– de colaborar en su elaboración. Esta metodología no incide mucho sobre la calidad, sino sobre el conocimiento que tienen los expertos sobre el trabajo que haces. Por la calidad de lo que publicamos, quizá estaríamos mejor situados.

¿Qué habría que medir en el caso de los think tanks?
Lo importante es medir distintas cosas como la calidad, la influencia, la independencia… En el mundo académico, por ejemplo, hay muchos índices y cada vez habrá más, porque cada uno intenta mostrar aquello que los otros no recogen. Lo importante es que haya varios, no uno solo, y estar bien situado en todos. Eso sí que te daría una buena perspectiva de si estás bien ubicado o no. Pero como producir índices también es caro…, sobre todo en aquello que no es un negocio, porque en las revistas académicas sí que hay una parte que lo es. Y, además, hay un interés por parte de los investigadores en salir en ellas porque eso les da méritos. En el mundo de los think tanks no es así y por eso hay menos índices.

Ustedes aparecen no ya como el primer think tank de España, seguido del Instituto Elcano, sino como el primero del mundo hispanohablante. ¿Es esta una de las claves?
Puede ser. Nuestra revista Afers, sobre relaciones internacionales, es una publicación académica, con índices de impacto académico y con presencia en los países de América Latina. Tanto por los temas que publicamos como por los lectores, muchos de México y Colombia; pero nos orientamos también hacia otros espacios, como el área del Mediterráneo o del Golfo. Participar en muchos proyectos de investigación europeos hace que tengamos redes muy amplias de colaboración. Todo ayuda. Haber subido tanto ha sido una grata sorpresa. Esto indica que el mundo nos conoce y nos valora; pero lo difícil es mantenerse. Estamos trabajando para tener presencia internacional, no para subir en el índice; pero una cosa es consecuencia de la otra.

 

En esta entrevista, Bacaria nos habla de las ventajas e inconvenientes de ser una think tank independiente; de si han influido en la era de los likes y retweets y de los influencers en la propia forma interna de trabajar de los think tanks, y si internet ha agrandado la brecha entre la gente más informada y menos.

 

>>Todas estas respuestas y la entrevista completa en el número de septiembre-octubre de la revista Influencers.



 

 

Luis García Casas

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