Después de la llegada de Elon Musk, ¿qué va a ser de Twitter?

Una de las noticias sobre tecnología de mayor impacto de este año 2022 (y posiblemente así será unos cuantos más) se conocía ayer: Elon Musk, el hombre más rico del mundo y una de las personas con mesa influencia en la actualidad, se hace con el control de Twitter. Pagará la friolera de 44.000 millones de dólares debido a que la junta directiva de la red social ha dado el visto bueno. Una noticia de gran calado que deja muchas incógnitas.

Una de las primeras es cómo Musk tiene el músculo suficiente para acceder a esa cantidad de dinero y, así, hacerse con una plataforma que actualmente tiene una influencia entre las personas que es incuestionable. Pues lo cierto es que se ha desvelado cómo lo conseguirá: 21.000 millones los saca de su propio bolsillo, ahí es nada, mientras que el resto llegan mediante la vía del préstamo de diferentes bancos (entre los que no falta Morgan Stanley).

GRAN PODERÍO ECONÓMICO

Una operación de gran envergadura donde el comprador ha tenido que poner en juego parte de sus acciones en Tesla como aval (y otro buen paquete lo ha vendido, sin perder el control de la compañía). Aparte, ha contado con fondos que llegan de inversiones como en criptomonedas como Ether o Dogecoin. Todo esto parece que no es suficiente y se apunta que existen algunos inversores privados que colaborarían con él -con Jack Dorsey, fundador de Twitte,r a la cabeza-. Un gran esfuerzo para una persona que tiene un patrimonio estimado de 300.000 millones de dólares.

Una locura de inversión que vemos cómo renta a Elon Musk y que, según él, la acomete para que la red social sea lo que en su punto de vista debería ser: un lugar con total libertad de expresión y que no debe estar controlado casi por completo por los bots. Suena bonito, pero es posible que no lo sea tanto teniendo en cuenta que hablamos de una plataforma es de las que más peso tiene actualmente a la hora de generar opinión. Ojo con eso…

QUÉ SUPONE LA COMPRA DE TWITTER

A la espera de que las entidades reguladoras digan si la operación es o no viable, todo apunta que no existirán problemas a este respecto (y ya es cuando menos curioso teniendo en cuenta la prominencia que alcanzará al ser el dueño de Twitter en su poder), el escenario que se genera es bastante controvertido… cuando menos.

Lo primero es que, si el problema es el encorsetamiento a la hora de expresarse, la lucha no debería ser por la compra en exclusiva por una persona de la plataforma. Esto no hace pensar que el futuro sea mucho más abierto y que no tenga control… Bueno sí: en cantidad será así, ya que solo una persona será la que indique el camino de la red social que, de nuevo, repito que es de las que tiene mayor peso en opinión en la actualidad (superando por mucho a Facebook o Instagram, por ejemplo). Es decir, ¿se está poniendo precio a la libertad de expresión? Pues, sinceramente, eso parece.

Además, no hay que olvidar que Twitter se utiliza muchas veces para desinformar e, incluso, para realizar acoso a personas o ideas… y, esto, habrá que ver cómo lo gestiona Elon Musk que en su cuenta en la red social ha insultado en más de una ocasión a personas conocidas, que le llevan la contraria e, incluso, a políticos democráticamente elegidos. Tampoco hay que olvidar lo poco afortunado que ha estado con algunos de sus mensajes hacia la comunidad transgénero… De nuevo, ojo con esto.

¿LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN ES NO TENER CONTROL?

Pues teniendo en cuenta lo antes mencionado, no es complicado llegar a esta conclusión, y esto es un verdadero problema, ya que el gran impacto que tiene Twitter incluso entre los adolescentes es un motivo para no mirar hacia otro lado para no ver lo que ocurre en la red social. No todo vale, porque esto puede llevar a problemas muy graves entre los usuarios. El control no significa que no se puede decir lo que se piensa o cree desde el respeto… ¿Verdad? Además, desde hace tiempo soy de los que piensan que la empresa tiene una obligación con sus usuarios -¡con todos!- y no establecer límites de algún tipo no es la mejor forma de lograrlo.

Bueno, según las informaciones que han ido apareciendo, sí que es posible que aparezca una manera de establecer cierta sensación de control: la aparición de las cuentas de pago (un buen modo de amortizar la inversión, claro). Si esto ocurre, habrá usuarios de primera y de segunda, siendo los que tienen más poder económico los que se podrían beneficiar de un filtrado y corrección que de otra forma no existiría. Esto, evidentemente, está por ver. Pero si se confirma, no es precisamente positivo. Repetimos, ojo con esto…

MENOS BOTS, PODRÍA SER UNA EXCELENTE IDEA

Aquí sí que pude existir un gran acierto, ya que muchas veces estas herramientas son un problema más que una solución… Aparte de no tener muy claro realmente cuáles son los algoritmos que se utilizan. El caso es que Twitter podría ser un poco menos robot, y esto es bueno. Bien es cierto que se tiene que establecer parámetros de control para que el “todo vale” no sea algo que exista en la red social, pero hablamos de protocolos internos.

Dependiendo de cómo se implemente esto pude ser una buena opción para que la plataforma recupere una esencia que, poco a poco, estaba perdiendo con la dichosa búsqueda de mostrar a los usuarios lo que quieren leer. No todos son Tim Cook, las cosas como son. Y es una gran idea dejar que cada uno establezca sus filtros y mensajes que recibe dentro de la normalidad y, sin duda alguna, sin cometer delito alguno.

La verdad es que la compra de Twitter por Elon Musk es una noticia impactante debido a que el control que va a tener de ciertos mercados e informaciones será espectacular y habrá que ver cómo se puede parar los pies a una persona que acumula tanto poder -y que, por lo que se ve, este no tiene pinta de dejar de aumentar-. Hay que felicitarle por la operación, es brutal, pero lo cierto es que existen muchas dudas que por ahora están muy lejos de ser desveladas por el momento.