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Selfies y retos virales: peligro de muerte

Redaccion| 21 de abril de 2021

La nueva era de las redes sociales abre la veda para nuevos y viejos delitos, ahora impulsados en forma de selfies extremos y retos en la era en la que ‘ser popular’ es sinónimo de visitas y likes, a cualquier precio.

Uno de los mayores, sino el mayor, reto a los que se enfrentan las redes sociales y la justicia en general, es el control de lo que publican sus usuarios. Y es que estas expresiones tienen que ver con la libertad de expresión, siempre y cuando no constituyan un delito.

Pero lo prohibido es muy tentador y más cuando esto se convierte en autopromoción, reconocimiento promovido -directa o indirectamente-, por las redes sociales.

Siempre han existido los retos, bromas pesadas que rayan la legalidad, pero ahora la búsqueda por ‘lo viral’ ha impulsado más que nunca estos comportamientos, de los que podemos ser víctimas o verdugos, pero nunca meros espectadores, porque las visitas son números que contribuyen al algoritmo del ego de los creadores.

 

Selfies y retos virales: víctimas de por vida

Además, estas faltas o infracciones como se quieran llamar, tienen una dimensión infinita, quedan para siempre en la red, flotando por siempre en el mar de internet. De esta forma, sin la acción de las autoridades, las víctimas de dichas faltas pueden quedar marcadas de por vida.

Tiziana Cantone se suicidó al viralizarse un vídeo sexual suyo en WhatsApp

Es el caso de Tiziana Cantone, una joven de 31 años que se suicidó en Italia en 2016 al difundirse un vídeo sexual suyo a través de WhatsApp por parte de su expareja tras acabar la relación. El caso dio la vuelta al mundo porque Tiziana vivió acoso y discrimación en persona y a través de la redes sociales, no solo por parte de su entorno, sino también a nivel internacional, comercial, por medios de comunicación locales que la ridiculizaban, futbolistas e incluso grupos musicales.

Ella denunció, llegó a mudarse de país, logró que las principales redes sociales eliminaran el vídeo, pero no logró que se eliminase por completo de la red. Además, según declaraciones a EFE, el juicio obligó a la mujer a pagar 20.000 euros a las páginas web que también demandó por difundir el vídeo, argumentando que ella había consentido las grabaciones. Tiziana se suicidó, su exnovio jamás fue enjuiciado.

 

Lo virtual desvirtuado

Los expertos afirman que los retos virales tiene que ver con una nueva forma de narcisismo digital; otros hablan de hedonismo, validación social, adrenalina o búsqueda de trascender, la ‘Fama’ de la que hablaban los griegos en un mundo cada vez más desvirtuado. “Por su propia gravedad, estas imágenes ponen en evidencia patologías expresivas de una sociedad hondamente insolidaria e insensible, abismada en el campo de la prevalente cultura óptico centrada” afirma al respecto Myriam Herrera, profesora de Criminología de la Universidad de Sevilla.

Otra de las causas viene por la competición digital que está promoviendo la sociedad de internet y las redes sociales. “Vivimos en una economía de la atención, competimos por destacar, por tanto, si queremos disputarla necesitamos utilizar imágenes especiales, duras y desviadas”, comenta Herrera, lo que se considera como ‘erostratismo digital’.

Un fenómeno que la RAE define como “la manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre”. La falta de referentes, de modelos a seguir, también puede estar detrás de la búsqueda de estos mal llamados ‘ídolos’.

 

Ocio del peligro

A continuación, recogemos algunos ejemplos de estos descabellados retos en redes sociales:

  • Killfies: Como su nombre indica, implican riesgo de muerte instantáneo. Son los selfies desde las alturas, haciendo balconing, desde las vías de un tren o con animales salvajes, entre otros.

Es el caso de Madalyn Davis, la influencer británica de 21 años que falleció el año pasado al precipitarse en caída libre por un acantilado de 30 metros de altura en Sydney (Australia), cuando intentaba hacerse un selfie viral al borde del precipicio.

  • Challenges extremos: Son retos que suponen peligros, por la adrenalina y por llamar la atención. Algunos invitan a acciones puntuales, aunque igualmente perjudiciales, como el consumo de pastillas para la alergia (‘Benadryl Challenge’), ponerse pegamento en algunas partes del cuerpo (‘Gorilla Glue Challenge’), quemarse la piel con gel y sal (‘Salt and Ice Challenge’); otros plantean pruebas en las que el participante tiene que enfrentarse a retos cada vez más complicados y dañinos. Algunos llevan incluso al sucidio mediante amenazas y manipulaciones, como el challenge de ‘Momo’.
  • Imágenes de impacto cultural: Entre ellas, se encuentran las imágenes de desastres, maltrato animal o ‘aporo selfies’, selfies que se hace ante personas indigentes, borrachos o grupos marginales.
  • Autograbaciones delictivas: vídeos de violaciones grupales, pornografía de menores, palizas, actos vandálicos o conducción temeraria.

 

En la mayoría de los casos, estos actos constituyen delitos tipificados en el Código Penal, pero cada día salen nuevos retos que escapan a su control. Y tú, ¿eres víctima o vedugo?

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