Skip to main content

Las incómodas cifras de Mercadona acerca de su fracaso en reciclaje

Ángel Sánchez| 21 de junio de 2021

[et_pb_section fb_built=»1″ admin_label=»section» _builder_version=»4.16″ global_colors_info=»{}» theme_builder_area=»post_content»][et_pb_row admin_label=»row» _builder_version=»4.16″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat» global_colors_info=»{}» theme_builder_area=»post_content»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»4.16″ custom_padding=»|||» global_colors_info=»{}» custom_padding__hover=»|||» theme_builder_area=»post_content»][et_pb_text admin_label=»Text» _builder_version=»4.16″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat» global_colors_info=»{}» theme_builder_area=»post_content»]“Como empresa, queremos cuidar el medioambiente” llegó a decir Juan Roig, presidente de Mercadona, hace unos pocos meses. Una frase a la que se le podría apostillar algo así: ‘pero hasta ahora tampoco nos ha preocupado mucho’. Y es que la firma valenciana que presume de ser verde tiene entre sus grandes cifras una incómoda realidad en forma de excesivo uso de plástico y una baja tasa de reciclado.

Empecemos por el uso del plástico. En 2020, Mercadona usó la segunda mayor cantidad de plástico -solo superada en 2019- desde que ofrece datos (con 16.701 toneladas). Una cifra que supone un 2,4% más que en 2018 y hasta un 7,5% más que en 2017. Unos datos que tiran por la borda las continuas referencias de la compañía, ya sea a través de sus portavoces o de su presidente, acerca de su compromiso con la reducción del material en sus tiendas.

Aunque el problema no solo radica en la abultada diferencia entre 2020 y los años anteriores, sino también en el criterio utilizado a la hora de contabilizarlo. Así, en la memoria del grupo de 2017 se ofrecían los datos desagregados del plástico y del poliexpán. Para el año siguiente, Mercadona solo ofrecía ya los datos agregados de ambos materiales.

Curiosamente, la decisión se ejecutó, tras un aumento del uso del poliexpán cercano al 6%, en apenas un año. La clave de la medida tomada por Mercadona radica en que al juntar los dos materiales en una sola partida ha sido capaz de amortiguar esos fuertes incrementos en el uso de dicho material. Al fin y al cabo, al incluir una partida más pequeña en un total mayor, el porcentaje de subida es más pequeño.

 

Mercadona lleva años sin mejorar sus cifras de reciclaje

Con ello, Mercadona puede sacar pecho de su apuesta por el medioambiente mientras disimula las cifras reales. Pero la realidad sigue estando ahí, y no es poca cosa. De hecho, el poliestireno, como se le conoce más técnicamente a este material, es el principal responsable de las muertes de un gran porcentaje de animales marinos.

“El poliestireno es un material plástico altamente contaminante ya que, por lo general, tiene una vida de un solo uso y puede tardar nada menos que unos 1.000 años en deteriorarse. Además, supone un gran peligro para los animales que confunden los restos de envases de poliestireno con comida. Al acabar en el agua de ríos, mares y océanos, actúa como una espuma que absorbe los contaminantes, pasando a los peces que los ingieren y con ello posteriormente a los humanos y otros animales en la cadena alimentaria”, explican desde Ecologistas en Acción.

Pero el excesivo uso de plástico junto al juego de mezclar las cifras con el creciente uso del poliexpán no es el único punto negro dentro de la política verde de Mercadona. También resalta la baja cifra de reciclaje que consigue. Al menos, en comparación con las que obtenía en años anteriores.

Así, la firma que dirige Roig afirma que en 2020 llegó a alcanzar una tasa de reciclaje del 78% del plástico (y poliexpán). Pero la realidad es que apenas supone un tímido avance de dos puntos respecto a las cifras de 2019 y, además, esa cifra ya la conseguía en 2017. En otras palabras, que no ha conseguido mejorar los datos de reciclaje en los últimos tres años.

 

Roig ha preparado un plan de publicidad verde

Con los datos anteriores, que aparecen todos en sus memorias anuales, es difícil poder construir un relato realmente eficaz acerca de su ejemplaridad verde. De hecho, las cifras de uso de cartón y madera también se han disparado desde 2017 (las de madera directamente se han duplicado). Por ello, el grupo empezó a utilizar una agresiva campaña de marketing de cara a mejorar la imagen con la que la sociedad la contempla. Pero por el momento no es más que eso, publicidad.

Un gran ejemplo es la llamada Estrategia 6.25 que engloba seis acciones con el objetivo, entre otros, de reducir en un 25% el uso de plástico de la compañía. Roig ha hablado de él en varias ocasiones, pero la realidad es que apenas se había implementado en 70 de las más de 1.620 tiendas que tiene en España. En otras palabras, el gran plan de mejora del medioambiente llevado a cabo por Mercadona apenas ha alcanzado un 4,3% de su red comercial.

Quizás alguien esperaba algo más ambicioso. También los anuncios de retirar las bolsas de plástico de un solo uso y de usar materiales biodegradables o reciclados tiene un asterisco. En especial, porque la tasa de reciclaje sigue anclada en niveles de 2017. Aun así, obviamente es un paso adelante para intentar dejar atrás uno de los retos que se le resisten a Roig y a Mercadona.[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

OTROS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
NOTICIAS RELACIONADAS

Suscríbete ahora

LO MÁS DESTACADO