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Mapfre disparó el sueldo de sus ejecutivos mientras su negocio se hundía por la pandemia

Pedro Ruiz| 30 de noviembre de 2020

El año para Mapfre y sus accionistas no está siendo especialmente bueno. Un sufrimiento que no comparten sus altos ejecutivos. Así, mientras que la compañía se desplomaba en Bolsa, hasta ser uno de los peores valores del Ibex 35, todos ellos no solo disfrutaban de sus jugosas retribuciones, sino que, además, el equipo directivo que encabeza el presidente, Antonio Huertas, decidía incrementarlo todavía más. Una subida que en algunos casos concretos ha llegado a ser un 40% superior respecto a hace un año.

Aunque las curvas para el negocio de la firma ya se conocían desde hace muchos meses. Así, el propio Huertas moderó los objetivos del plan estratégico, al reducir la guía de ingresos y rentabilidad, a principios de marzo. Unas estimaciones más que casi medio año después no están todavía ni cerca de cumplirse. En especial, en la medida primordial para Mapfre, y otras tantas firmas financieras, la rentabilidad medida como ROE, beneficios entre fondos propios.

Así, el ROE en el tercer trimestre se quedó por debajo del 7%, frente al 9% esperado. Una cifra que cerrará el año todavía más abajo -en junio fue del 5,9%-, dadas las fuertes restricciones que se han impuesto en los últimos meses. Pero esos datos esconden una verdad mucho más incómoda para Mapfre. Y es que, pese a dicho desplome, tanto consejeros como altos directivos se han embolsado más de 1,2 millones de euros ‘adicionales’ en su salario, hasta junio, como compensación al buen trabajo realizado en este concepto.

PLANES DE INCENTIVOS Y APORTACIÓN PARA LOS EJECUTIVOS DE MAPFRE SE DISPARARON UN 40% DURANTE LA PANDEMIA

La aprobación de dicho ‘componente adicional’ se firmó el pasado 11 de febrero durante la última Junta de Accionistas de la compañía. Así, en uno de los puntos de la votación se estableció un pago adicional “para un determinado colectivo clave de la compañía” que estaría ligado a las cifras de rentabilidad obtenidas por la aseguradora. Una remuneración extra que se ha transformado en 1,2 millones extras tanto para consejeros y altos directivos pese a que las cifras de rentabilidad, como se ha visto, no solo se han reducido, sino que están muy lejos de las esperadas.

Pero ese no ha sido el único punto en el que han salido ganando los ejecutivos de la firma. De hecho, no solo se incrementó el número de altos directivos en Mapfre pese a la crisis, al pasar de 7 a 9, sino se elevó el sueldo medio percibido de tal manera que pasó de 237.000 euros, a 30 de junio de 2019, a 247.000 euros, a 30 de junio de 2020. En total, la suma de ambos factores provocó que los costes asociados a los salarios de la alta dirección se disparasen un 36,1% al pasar de 1,66 millones a 2,26 millones.

El combo perfecto de pagos adicionales, incrementos del salario y del número de altos directivos se completó con un fuerte incremento (también) de los planes para pagos futuros. Por si fuera poco. Así, las aportaciones de la empresa al plan de aportación definida pasaron de 930.000 euros, hace un año, a superar los 1,3 millones, lo que supone un incremento del 40,8%. Aunque hay más, ya que los derechos acumulados por dichos planes, que luego se reparten los altos ejecutivos, alcanzaron los 8,65 millones frente a los 5,91 millones que se mantenían en 2019.

LOS ACCIONISTAS SE QUEJAN (CADA VEZ MÁS) DE LAS ALTAS REMUNERACIONES EN LA COMPAÑÍA

Con ello, el volumen de recursos adicionales para los ejecutivos de Mapfre se ha disparado casi un 46,5% en poco meses. Unas cifras que en condiciones normales serían abusivas, pero que en mitad de una pandemia parecen a más de uno graves. Más si cabe, cuando los títulos de la compañía se han desplomado un 30% en lo que va de año, es el noveno peor valor del selectivo español, y acumula una caída del 50% desde el 2017.

Los altos salarios y los pocos resultados han terminado por encender a muchos accionistas. De hecho, en la Junta celebrada el pasado mes de febrero los puntos nueve y diez, relativos a las remuneraciones de los consejeros y la alta dirección, el número de votos en contra se disparó. En concreto, en ambos casos se superó el 12% del total del capital en contra, lo que supone conjuntamente 800 millones de acciones, frente al 1% de media en el resto de votaciones. Un porcentaje que supone una advertencia seria, pero que por el momento parece importar muy poco a los que mandan en Mapfre.

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