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La basura electrónica es una amenaza para el planeta

Miguel Ángel Ossorio Vega| 25 de agosto de 2021

Miles de residuos electrónicos son generados anualmente en todo el planeta y podemos considerar que es una amenaza para el mismo. Muchos de ellos son reciclables, mientras otros muchos no lo son. Un estudio creado por musicMagpie, nos revela qué países son los más contaminantes en este sentido. Analizaremos a continuación cómo se genera la basura electrónica en el mundo y qué cantidades, además de ver cuáles son sus consecuencias.

 

La basura electrónica es una amenaza para el planeta

Muchos de estos desechos eléctricos son dispositivos electrónicos desechables como por ejemplo teléfonos móviles y smartphones, ordenadores portátiles, frigoríficos y demás electrodomésticos. Solo se recicla el 17.4% de estos residuos. Estamos hablando de que, dentro de un mes, se generarán en total en todo el planeta alrededor de 4,5 millones de toneladas de residuos electrónicos.

Solo desde 2015, los residuos electrónicos han aumentado en un 21%, y la cantidad sigue creciendo a un ritmo insostenible. El estudio revela que los países más contaminantes son: China es el número uno, produciendo 844,121 toneladas por mes; le sigue Estados Unidos, que ocupa el segundo lugar, produciendo 576.500 toneladas por mes. Por último, el tercero es India, que produce 269.152 toneladas al mes.

Para que nos hagamos una idea, la cantidad de residuos electrónicos generados en Reino Unido al mes, equivaldría a 53 Stonehenges. Este monumento megalítico tan famoso pesa nada más y nada menos que 2.500 toneladas.

 

Los residuos electrónicos en España

Nuestro país tampoco se queda corto. Producimos la alarmante cifra de 73.996 residuos electrónicos al mes. Muchos ordenadores portátiles, móviles y frigoríficos y demás, que para más dificultad añadida, no podrán ser reciclados. Solo el 32.33% de estos residuos son reciclados.

Si hablamos de cifras anuales, cada habitante en España produce 19 kilos de residuos electrónicos al año.

 

Graves consecuencias

De continuar así, nuestro planeta cambiará por completo. Debemos actuar y debemos hacerlo ya. Con urgencia. Estos residuos electrónicos son suficientes como para que, en un solo mes, se cubriera por completo la Gran Barrera de Coral unas 57 veces. O cubrir la Antártida unas 1,4 veces. Esto debería alarmarnos y poner a todo el planeta bajo un preaviso. Es algo que depende única y exclusivamente del ser humano, y debemos ser capaces de solventarlo.

Se estima que, si continuamos en esta línea, para el año 2030 estaremos produciendo un 35% más de residuos electrónicos que actualmente. Cifras alarmantes para no tener apenas un plan de contingencia.

 

Algunos mejores que otros

Muchos países ya están concienciados, y a la vista está dadas las cifras de reciclaje que tienen. En primera posición nos encontramos a Estonia. Produce la friolera cifra de 1.437 toneladas de desechos eléctricos pero, sin embargo, recicla un 75.37% de estos residuos electrónicos. Le siguen de cerca Croacia y Noruega por encima del 70% de residuos reciclados, y Austria, Islandia y Suecia les siguen a continuación.

No es el mismo caso que Estados Unidos, quienes tienen mucha tarea por delante si quieren poder tener controlado este problema que, cada vez, vamos siendo más conscientes de que está ahí muy presente. Siendo uno de los países que más residuos electrónicos genera (576.500 toneladas al mes), solo recicla un 14.74% de los mismos. Una cifra bajísima si comparamos la gestión de los residuos electrónicos es Estonia.

 

¿Cómo podemos ayudar?

Es importantísimo aferrarse a la regla de las tres R: «Reciclar, Reusar y Reducir». Dada la época que vivimos de la digitalización en mayúscula, es muy frecuente encontrarnos con productos eléctricos con una vida útil muy corta (lo que hace que nos tengamos que hacer con otro similar nuevo), además de que no hay muchas opciones de reparaciones. Todo está enfocado en consumir por consumir, sin tener en cuenta otras posibilidades.

Pequeños cambios que cambian el mundo son, por ejemplo, no olvidar aparatos electrónicos sin usar en el fondo de nuestro armario cogiendo polvo. Démosle una segunda vida. Cambiémoslo por algo que nos venga bien. Si no le vemos salida, seamos respetuosos con el medio ambiente y reciclemos dicho producto. Acudamos a los puntos limpios de nuestras poblaciones. Iniciativas como la de este marketplace, nos invitan a adquirir un teléfono móvil usado y reacondicionado para su uso de nuevo.

Y tú, ¿reciclas tus residuos electrónicos? Cuéntanos tu experiencia.

 

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