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Influencers que cambiaron el mundo: María Montessori

Influencers| 10 de septiembre de 2020

María Montessori fue la primera mujer italiana en graduarse como doctora en medicina. Su metodología, elaborada a través de la pedagogía científica, supuso un antes y un después en la educación infantil: “El niño es el padre del hombre”.

 

Nació en 1870 en Italia, dentro de una familia burguesa católica que, a pesar del carácter estricto y militar del padre, le permitió estudiar aun siendo mujer. María aprovechó al máximo aquella oportunidad: estudió ingeniería, biología, antropología, filosofía, psicología y psiquiatría, y fue aceptada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Roma. En 1896 ya consiguió pasar a la historia al convertirse en la primera mujer médica de Italia.

 

Siempre se interesó por las condiciones sociales (especialmente de las mujeres y niños), participando en dos congresos internacionales femeninos: Berlín (1896) y Londres (1900). En el congreso de Turín (1898) expuso la importancia de la educación y atención a niños con deficiencias mentales, además de plantear la relación entre el abandono infantil y el desarrollo posterior de la delincuencia. Entre 1898 y 1900 trabajó con niños considerados perturbados mentalmente.

 

En 1907 puso en marcha la primera Casa dei Bambini (casa de los niños), en el popular barrio romano de San Lorenzo. El primer curso de guías Montessori, al que acudieron personalidades de todo tipo de profesiones, se organizó dos años más tarde. A petición de los Barones Franchetti escribe su primer libro, El método de la pedagogía científica.

 

En su metodología, construía sus materiales y su filosofía a través de la observación y del método científico. Supuso una auténtica revolución que, además, no se basaba en ningún tipo de planteamiento teórico, sino en la propia experiencia educativa. Su objetivo era favorecer el autoaprendizaje y poner la escuela al alcance del niño, porque era la escuela la que tenía que adaptarse al niño y no al revés.

 

Alexander Graham Bell y su hija invitaron en 1912 a Montessori a EE.UU., abriendo la primera casa de los niños en su país, escuelas que se multiplicarían formando la American Montessori Association.

 

María llegaría a recibir el apoyo del mismo Benito Mussolini, cuando crea bajo su apoyo la Real Escuela del Método Montessori en 1926 (y que Hitler exportaría a la Alemania nazi). Pero el corte liberal de la filosofía Montessori pronto chocaría con el aberrante fascismo del dictador, que quiso usar sus escuelas para adoctrinar a los infantes. Montessori renunció a su ayuda, Mussolini ordenó el cierre de todas las escuelas y la doctora se vio obligada a huir a Barcelona en 1934, con 64 años de edad.

 

El fascismo y la guerra marcarían el resto de su vida. Dos años después, ante el estallido de la Guerra Civil Española, se instalaría en Holanda, donde llegaría al fin de sus días en 1952 a los 82 años. No sin antes verse retenida en La India, donde estaba trabajando al iniciarse la Segunda Guerra Mundial. En sus trabajos llegó a la conclusión de que la educación es el único camino para construir la paz, lo que le valdría para estar nominada en tres ocasiones al Premio Nobel de la misma.

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