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Influencers que cambiaron el mundo: Mahatma Gandhi

Ana Matías| 4 de mayo de 2020

Se han cumplido 150 años del nacimiento del pacifista más influyente. Mahatma Gandhi cambió para siempre la lucha social, lideró la independencia de la India con métodos no violentos y transformó la forma de hacer activismo. Letrado con alma política y sensibilidad de filósofo, su gran labor fue la de sentar las bases de la protesta pacífica y elevarla a su máximo y más insólito exponente, aunando movimientos que ya comenzaban a nivel global y demostrando que lo imposible o lo impensable, con tesón y esfuerzo, puede convertirse en realidad.

Mohandas Karamchand Gandhi, bautizado años después como Mahatma -alma grande- por el poeta bengalí Tagore, nació en 1869 en Porbandar (Raj británico), actualmente India. Hijo de Karamchan Gandhi, primer ministro de Porbandar, y de Putlibai, su madre tuvo una gran influencia en su niñez, cuando Gandhi aprendió desde muy temprana edad a no hacer daño a ningún ser vivo, las virtudes del vegetarianismo, el ayuno como forma de purificación, parte de su cultura hindú y, además de todo ello, a ser tolerante con otros credos religiosos. Su familia pertenecía a la casta vaisía (comerciante) y él, en cuanto tuvo ocasión, se fue a estudiar Derecho a Inglaterra, país al que consideraba el centro de la civilización. Allí no solo se dedicó a conocer la idiosincrasia inglesa, sino que además se sumergió en la cultura occidental para entender cómo se percibía Oriente. Cuando volvió a la India a ejercer la abogacía, encontró una profesión sobresaturada en la que su figura, poco dinámica, y su timidez no le hicieron destacar en los tribunales.

Tras un altercado con un oficial británico y varios trabajos precarios, Gandhi recibió una oportunidad de empleo en Sudáfrica, lugar al que se trasladó motivado también por la lucha de desobediencia civil y resistencia pasiva que estaban llevando a cabo sus compatriotas ante la discriminación de este país hacia los inmigrantes hindúes, algo que removió su interés. Tanto es así, que en 1894 creó un partido político indio para defender sus derechos. Tras 22 años de protestas pacíficas en Sudáfrica, Gandhi consiguió negociar con el general Jan Christian Smuts una solución para el conflicto indio.

En el año 1915, Gandhi regresó a la India, donde trasladó su lucha política y su experiencia, protagonizando protestas no violentas como la marcha de la sal en 1930 y las reivindicaciones por la independencia de la India del Imperio británico en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, que condujeron finalmente a la independencia oficial de la India en 1947. Unos meses más tarde, el 30 de enero de 1948, Gandhi murió asesinado por Nathuram Godse, un fanático integracionista de la ultra-derecha hindú relacionado con el gobierno, que encontró en su figura -ya legendaria- un obstáculo para su política de intolerancia.

A pesar de ser nominado en múltiples ocasiones, Gandhi nunca llegó a recibir el Premio Nobel de la Paz, quizás por los sentimientos nacionalistas divididos de la época, pero él nunca buscó grandes reconocimientos. Dedicó gran parte de su vida a la experimentación, no exenta de polémicas, el celibato, la espiritualidad y la defensa por los derechos humanos en su búsqueda incesante por la paz.

 

Por Ana Matías

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