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Héroes del Silencio: 30 años de ‘Senderos de traición’

Jesús Casañas| 4 de diciembre de 2020

Se cumplen treinta años de Senderos de traición, segundo disco de estudio de Héroes del Silencio y el más celebrado tanto por el gran público como por la propia banda. Un trabajo redondo que consiguió el éxito internacional gracias a éxitos imperecederos como Entre dos tierras o Maldito duende.

De todos es sabidos el rechazo que Héroes del Silencio le tiene al sonido (que no a las canciones) de su ópera prima, El mar no cesa (1988). Una producción marcadamente pop, con las voces muy por encima del resto de instrumentos, baterías que sonaban a electrónico, guitarras aplacadas y excesivos arreglos de teclado. Los zaragozanos llegaron hasta a cogerle tirria a aquello de grabar en estudio y, para desquitarse, publicaron En directo (1989), un EP con cinco temas registrados en vivo.

Todo cambió cuando conocieron a Phil Manzanera mientras tocaban en Calatayud. El ex guitarrista de Roxy Music tenía el suficiente bagaje musical como para que confiaran en él como productor. Por su parte, el músico británico quedó fascinado por la energía de su directo y, convencido del potencial que tenían aquellos cuatro chicos, accedió de inmediato a grabar su siguiente LP.

Así lo recuerda Bunbury en la edición coleccionable de discolibros que lanzó El País en 2007 (al calor de la gira de reencuentro): “Phil manzanera nos vio en Calatayud. No en Madrid en las fiestas de San Isidro, ni en la Mercé en Barcelona. Nos vio en lo que era el día a día, haciendo conciertos. Ésos éramos Héroes en estado puro. Creo que fue un enamoramiento mutuo. Phil estaba de acuerdo en que eso es lo que debíamos ser. En El mar no cesa había habido excesiva producción. Resultaba un riesgo para él, pero nosotros siempre fuimos muy serios trabajando. Grabamos los temas del tirón”.

De este modo entraron a grabar en los estudios Kirios de Madrid en octubre de 1990. Con la ayuda de Keith Bessey (como ingeniero de sonido y mezclas), Manzanera supo plasmar el feeling de sus conciertos. Para ello grabó las bases (bajo y batería) con tomas en directo (algunas incluso sin claqueta) para ir añadiendo y/o puliendo el resto de las pistas (guitarras y voces) después. Los recordings apenas duraron un par de semanas, y el material en bruto viajó hasta Londres para ser mezclado en los estudios Metropolis.

Plasmaron los que probablemente sean sus dos temas más populares: Entre dos tierras (con su característico riff a base de delay) y Maldito duende (bucólico tema que, según las malas lenguas, versa sobre la cocaína). Se incluyeron al principio del álbum y fueron también elegidos como primeros singles con sus respectivos videoclips. Hasta se grabaron versiones con la letra en inglés de ambas canciones con la idea de abrirse al mercado internacional, pero tanto el grupo como la compañía (EMI) lo descartaron finalmente.

Al igual que estos dos, grabaron otros cortes como Decadencia (canción acelerada y abierta a la improvisación con la que solían cerrar sus conciertos) y El cuadro II (ya había una primera versión descartada de las sesiones de El mar no cesa e incluida años después en el LP Rarezas) que ya llevaban tiempo defendiendo en directo.

El resto (la gran mayoría) los compusieron entre un disco y otro: la efímera Sal, la preciosa balada Con nombre de guerra, la enérgica Hechizo, las filosóficas Senda y Oración, los malos sentimientos expurgados en Malas intenciones y La carta (donde Bunbury airea la mala relación con su padre) y la refrescante Despertar (donde mantienen el amor hacia el océano que habían reivindicado en su primer disco). El guitarrista, Juan Valdivia, lo recordaba así en la revista especializada This is rock: “Las componíamos como churros. Había muy buen feeling y salieron rápidas. Yo tenía esas ideas grabadas en una maqueta. Las llevaba al local y las hacíamos relativamente rápido. Las cortamos en el local bastante bien. No les dimos muchas vueltas. Estábamos acoplados. Sabíamos cuándo empezaba la canción, cuándo venía el cambio, cuándo terminaba”.

Héroes del Silencio: portada de Senderos de traición.

Portada de la edición especial 25 aniversario de Senderos de traición.

El lanzamiento

Senderos de traición se publicó el 4 de diciembre de 1990, despachando 300.000 copias, convirtiéndose en su primer número uno en España y consiguiendo entrar en las listas de ventas de Alemania, país que les abriría las puertas de par en par. En 2009, la edición española de la revista Rolling Stone le pondría en el segundo puesto de su lista de mejores discos de rock español, superado solo por Enemigos de lo ajeno de El Último de la Fila.

La sesión de fotos que sirvió para su icónica portada (además de las dos que se incluyeron en la contra) corrió a cargo de Javier Clos, con los cuatro ‘héroes’ ataviados de riguroso negro (acorde a la moda gótica) en mitad del campo (si bien la principal les muestra silueteados sobre un fondo blanco, con Bunbury en primer plano). El diseño del trabajo, en cuyo interior se incluían las letras acompañadas de fotos de la grabación y de diversos conciertos, es obra del Estudio Pedro Delgado. El logo, una ‘H’ con cabezas de dragón que ya había aparecido en la portada de El mar no cesa, se estilizaría como parte de su evolución.

La edición en vinilo contenía las siguientes canciones:

CARA A:

  1. Entre dos tierras 6:10
  2. Maldito duende 4:15
  3. La carta 3:06
  4. Malas intenciones 3:47
  5. Sal 0:20
  6. Senda 4:02

CARA B:

  1. Hechizo 4:31
  2. Oración 4:07
  3. Despertar 2:51
  4. Decadencia 4:17
  5. Con nombre de guerra 4:20

El CD insertó posteriormente una canción extra al final:

  1. El cuadro II 4:07

En la edición hispanoamericana de 1992 se incluyó la canción Héroe de leyenda (del primer álbum) al principio de la cara b. En 2015, para conmemorar el 25 aniversario del disco, se lanzó una edición especial con las canciones remasterizadas, acompañadas de un libro de 56 páginas plagado de fotos y un DVD con el concierto que ofrecieron en el Hipódromo de La Zarzuela (Madrid) en 1991.

La gira de presentación constó de unos 140 conciertos que les llevó por España, Alemania, Suiza, Francia, Bélgica y México. Tal y como afirmaba Bunbury en la reedición de El País, “fue una época increíble, irrepetible. La mejor en todos los aspectos de Héroes del Silencio. Lo que habíamos sacado del disco, en lugar de gastárnoslo en un adosado, en un coche o lo que fuera lo invertimos en marcharnos de gira por Europa en furgoneta”.

Fotos: Javier Clos / heroesdelsilencio.es

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