“FIT FOODIES” Y LOS PELIGROS DE LA VIDA SALUDABLE
Suben fotos de tostadas de cereales con aguacate. Dan consejos sobre cómo cocinar la quinoa. Recomiendan desayunos coloridos. Suben un vídeo de su rutina de yoga. Inundan Instagram con hashtags como #healthy, #healthylife #healthyfood… ¿De quién estamos hablando? Son los foodies.
La vida sana está de moda y los foodies o influencers gastronómicos, así como instagramers y bloggers de fitness, son los que más partido están sacando de esta tendencia actual por un tipo de rutina basado en la cocina saludable y en el ejercicio. Según el estudio Teens, Health and Technology, uno de cada tres adolescentes americanos reconoce cambiar sus hábitos y decisiones después de buscar información sobre salud online, y los instagram, blogs y canales de YouTube de estas personas son, actualmente, los principales canales de información.
La investigación revela que un 83% de los mismos buscan información sobre salud en Internet, una fuente que está muy lejos de los libros, la radio, los periódicos o las revistas. Este hecho ha generado el surgimiento de un gran número de cuentas en Instagram, YouTube y blogs en la que su protagonista -en la mayoría de los casos una chica joven- comparte sus consejos y trucos de nutrición.
Internet y la facilidad en la que sus contenidos pueden hacerse virales ha generado que la opinión no experta de una persona sobre salud o alimentación pueda influir en los hábitos o acciones de miles de usuarios. La salud no puede ser una moda, así como la alimentación, es necesario que gente cualificada nos informe sobre cómo debe ser nuestra alimentación, por eso hay que tener cuidado. Según el estudio realizado en 2016 por The Food Standars Agency, “Food and You”, el 46% de los jóvenes entre 16 y 24 años dijeron ser intolerantes a la lactosa, mientras que tan solo una de cada diez lo era diez años atrás. Se llegó a la conclusión que este hecho se debía al influjo que bloggeras de comida sana tenían sobre los jóvenes al posicionarse en contra de dietas que integrasen productos con gluten o con lactosa.
Está claro que estos gurús alimentarios son unos buenos animadores para comenzar a llevar una vida más saludable, pero si su consejos no se basan en el conocimiento científico aprobado, sus pautas podrían resultar inválidas -e incluso perjudiciales-. Una de las pioneras es Ella Woodward, una joven británica que comparte su dieta y rutina a través de su blog y que ya acumula un millón de seguidores en Instagram. Ella no come carne, lácteos o huevos, gluten, azúcares refinados, es decir, alimentos no procesados de cualquier tipo. En España, una de las “fit influencer” más famosas es Silvia Riolobos, acupuntora y experta en nutrición energética y ortomolecular. En su instagram y en su blog, Flexi Vegan Player, puedes seguir sus consejos sobre una alimentación vegana saludable pero flexible, así como encontrar recetas, incluso contactar con ella.
Instagram @deliciouslyella
Patricia Lajara Camacho
