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China quiere ser líder en vehículos autónomos en 2025

Miguel Ángel Ossorio Vega| 1 de enero de 2021

China aspira a ser líder en vehículos autónomos en 2025, cuando espera que la mitad de las ventas en el país ya no sean de coches ‘normales’.

El gigante asiático busca adelantar a los Estados Unidos en conducción autónoma. Y tiene en su mano a un enorme portfolio de fabricantes dispuestos a recrear a nivel local el éxito global de Tesla. El objetivo es que, en 2025, la mitad de las ventas de coches en el país sean de vehículos autónomos.

De conseguirlo, podría no solo liderar un mercado emergente llamado a cambiar el transporte tal y como lo conocemos, sino a revolucionar su propio modelo de sociedad.

China es uno de los países con más coches del planeta. Aunque Estados Unidos gana en número de vehículos, con más de 260 millones de unidades registradas en 2015, frente a los casi 163 millones de China, según Datos Macro. La cifra está prácticamente pareja en la actualidad, dado que las Autoridades chinas aseguraron en 2017 que ya había más de 300 millones de vehículos en el país. Los datos de Estados Unidos mostrarían incluso menos unidades aquel año. La diferencia parece que radica en el número de vehículos de pasajeros, donde China sí lidera. No así en otras tipologías.

Al margen de eso, aunque también debido precisamente a eso, que China apueste por la movilidad autónoma es un cambio de paradigma significativo. Sobre todo para sus propios ciudadanos, acostumbrados en la actualidad a eternos atascos para moverse siquiera unos pocos kilómetros de camino al trabajo.

China apuesta por los vehículos autónomos

La apuesta por vehículos autónomos generaría una movilidad inteligente traducida en eficiencia en los desplazamientos y en el propio uso de los coches. Quizás como servicio, y no como objeto en posesión. Algo que perjudicaría a sus cifras de vehículos en circulación, pues habría menos y no se estarían matriculando cerca de 30 millones de nuevos coches al año, como sucedió en 2019. Pero mejoraría desde los niveles de contaminación, hasta las cifras de accidentes de tráfico: los vehículos autónomos están llamados a acabar con ellos para siempre.

Ahora bien, el proceso será relativamente lento, aunque para 2025 apenas queden cinco años. Hay que tener en cuenta que el concepto de ‘vehículo autónomo’ es bastante amplio: hay diferentes niveles de autonomía de los coches. De hecho, el objetivo de China es que el 70% de los vehículos en circulación en el país en 2030 sean de nivel 2 o nivel 3. Lo cual significa que el conductor -humano- tendría ayudas a la conducción (nivel 2) o podría desentenderse de manejar el vehículo bajo ciertas circunstancias, como circulando por carretera (nivel 3). Pero no podría dedicarse a dormir y a ver películas mientras el coche se conduce solo.

Integración con las Smart Cities para una nueva movilidad inteligente

El Gobierno chino espera que el 20 % de los vehículos del país sean totalmente autónomos en 2030. Y busca que en 2035 estén plenamente integrados en su programa de Smart Cities, o ciudades inteligentes y conectadas. Para lograrlo, ya está ajustando su legislación para permitir que estos vehículos autónomos puedan circulan con relativa normalidad. Y continúa apoyando a empresas locales que trabajan -en feroz competencia con las estadounidenses- por eliminar pedales y volantes de los coches.

Para ello, cuenta con un Centro Nacional de Innovación en Vehículos Inteligentes y Conectados, que depende del Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información. Y con mucho dinero y talento al servicio de las privilegiadas mentes -y empresas, algunas filiales de fabricantes internacionales- que trabajan a destajo para que China pueda liderar la nueva movilidad. La del futuro.

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