Skip to main content

Cazadores de talento 2.0

R3pyme| 29 de agosto de 2018

ADIÓS, HEADHUNTING¡HOLA, NETHUNTING!

 

Decía el ambicioso Jordan Belfort, protagonista de El lobo de Wall Street: “La cuestión es reunir al equipo apropiado y luego tu vida puede cambiar”. Desde luego, al implacable tiburón de las finanzas no le faltaba razón. El talento es ese bien intangible y escaso que todos anhelamos; ese rasgo que distingue lo bueno de lo excepcional, lo correcto de lo sublime. Rodearse de él es apostar por el caballo ganador.

La ecuación es sencilla: construir una base empresarial sólida apoyándose en los cimientos de la excelencia suele traer los mejores resultados. Ahí es donde entra en juego la labor de un headhunter. Este profesional establece un diálogo con el directivo o con el departamento de RR. HH. –en ocasiones, forma parte de este departamento– de la empresa que busca candidato y ambos determinan las características que debe tener el aspirante para un determinado puesto de trabajo. Los perfiles que buscan estos rastreadores suelen ser, en su mayoría, altos ejecutivos, gerentes, CEO y directivos.

Hasta hace unos años, estos reclutadores trabajaban de modo analógico, con una larga lista de candidatos, fruto de muchos años de búsqueda de talento y una abultada agenda de contactos.

Su figura ha estado siempre rodeada de un cierto halo de misterio con matices detectivescos. Estos profesionales del reclutamiento se manejaban en silencio, con discreción, para encontrar al candidato perfecto. Y, una vez hecho el hallazgo, emulando a Michael Corleone, se reunían en selectos clubes “para hacer propuestas que los candidatos no podían rechazar”. Pero dejando a un lado el romanticismo de lo analógico, está claro que los tiempos han cambiado. Internet y las redes sociales han irrumpido también en el executive search y a estos cazadores de talento también les ha tocado adaptarse a la new wave. Así es como el headhunting ha dado paso al nethunting.

 

¿QUÉ ES EL NETHUNTING?

Este nuevo término es algo así como una mezcla de headhunting + network, un concepto de selección de personal asociado a la búsqueda de talento a través de la red.

Los candidatos que se buscan no aparecen en la base de datos de ningún portal de empleo. Sus perfiles se encuentran en internet y en las redes sociales, por lo que se hace imprescindible sumergirse en la red para poder encontrarlos. Los nethunters deben convertirse en los rastreator de internet. Ellos se encargan de elegir, localizar y seleccionar ese brillo especial entre los miles de internautas del ciberespacio. Buscan otras competencias y cualidades diferentes a las que se buscaban antaño, y lo hacen valorando su presencia en la red, siguiendo su huella digital. Algo que a priori puede resultar sencillo para alguien que cuenta con herramientas y conocimientos informáticos, pero que no es tarea fácil.

Según Eva Collado Durán, profesional de los RR. HH. y experta en la materia, “los nethunters deben asegurarse que los candidatos reúnen, además del perfil profesional que se necesita, ciertas competencias en el mundo social, digital y que sean capaces de crecer en la red”.

En definitiva, el nethunter es un detective que sigue las pistas en el mundo 2.0, un rastreador de talento en la red que valora tu marca, investiga tus posiciones, la capacidad para generar recursos, el aporte personal, tu fotografía y otros datos. Y, si cree que puedes ser válido, interrelacionará contigo y te evaluará sin que lo sepas.

TÚ PERFIL EN REDES, TU MEJOR CURRÍCULUM

Según Víctor Candel, conferenciante y coautor de 25 claves para buscar talento en la red. Un manual sobre reclutamiento 2.0 & employer branding, en muchas ocasiones no somos conscientes de la cantidad de entrevistas informales u ocultas a las que podemos estar expuestos en redes sociales, tampoco de que nuestra actividad en ellas puede estar siendo monitorizada por un posible empleador, con la finalidad de realizar un seguimiento durante un periodo de tiempo determinado, como paso previo para decidir si merece la pena contactar, interactuar y conversar con su potencial candidato.

En LinkedIn, la red social por excelencia del nethunting, es posible realizar el seguimiento de la actividad de un profesional sin necesidad de enviar una invitación para estar conectados. Se puede conocer su actividad en esta red social simplemente utilizando la opción de seguir a esa persona.

Si tienes un perfil público en Twitter puedes ser añadido a una lista oculta, lo que le permite al reclutador realizar un seguimiento de todos los tuits que publicas o retuiteas, sin necesidad de entrar en tu perfil y sin que tenga que ser seguidor tuyo (el usuario no es notificado de que lo han agregado a esa lista oculta).

Otra posibilidad es que monitorice tu cuenta de Twitter utilizando herramientas social media como Hootsuite, la cual proporciona al reclutador un análisis de tu actividad, conocer el tipo de uso que haces de esta red social (publicación de contenido propio, interacción, conversaciones o comentarios…) y leer los tuits en los que cualquier usuario te menciona.

Cuando el candidato tiene un blog, su actividad puede ser monitorizada utilizando lectores de feeds para la suscripción de contenidos. Esto permitirá al rastreador acceder a las actualizaciones de los artículos que escribe la persona, además de realizar un seguimiento de las conversaciones que genera con su comunidad a través de los comentarios de cada artículo. Al no realizarse una suscripción mediante correo electrónico, el candidato desconocerá que el reclutador está siguiendo cada una de las actualizaciones de su blog.

Lo cierto es que el currículum 2.0, es decir, nuestro perfil online, está desbancando cada vez más al tradicional. Amén de esta nueva realidad, conviene cuidar muy bien la marca personal propia.

 

PONTE MANOS A LA OBRA

Está claro que una misma realidad se puede ver desde dos perspectivas muy distintas y que la facilidad para rastrear nuestra marca personal por parte de un tercero provoca cierto vértigo. Pero, si en lugar de verlo como una adversidad lo vemos como una ventaja, tal vez salgamos beneficiados del asunto. Ponte manos a la obra y trabaja en tu reputación online.

¿Qué dice Google sobre ti?

Comienza buscando tu nombre en Google y viendo los resultados que aparecen. Diariamente se realiza un billón de búsquedas con nombres propios en este buscador y el 94% de los usuarios nunca visita la segunda página de resultados. Si quieres que tu nombre sea visto por ese alguien, debes preocuparte por aparecer en la primera página, y los expertos aseguran que para ello es esencial que tengas un perfil completamente actualizado y completo en LinkedIn, la red social favorita de Google.

Cambia tu forma de usar las redes sociales

En primer lugar, lo que debes hacer es diferenciar la esfera personal de la profesional. Es probable que tengas muchos amigos y familiares que comparten fotos tuyas del pasado o de salidas privadas. Si no quieres que un futuro empleador (o tu actual jefe) vea este tipo de información, solo tienes que encargarte de configurar correctamente la privacidad de tus redes sociales.

En segundo lugar, ten mucho cuidado con el contenido de tus publicaciones, comentarios o con los artículos que compartes. Es importante que evites hablar sobre aspectos negativos de tu vida profesional o entrar en polémicas que pueden dejarte marcado para siempre. Finalmente, es fundamental que cuides tu ortografía en la web. No importa si eres periodista o ingeniero, las faltas de ortografía en tuits o publicaciones pueden manchar tu imagen para siempre.

Crea tu propio currículum digital

Antes, la manera de presentarse ante alguien era entregando una tarjeta de visita o un un currículum. Hoy la web te permite crear tu propia tarjeta digital o incluso tener tu propio dominio web. Asimismo, puedes destacar realizando un videocurrículum. Lo importante es que existas de manera única en la web, dejando rastro de tu propia marca personal.

 

En definitiva, puede que estés, sin saberlo, en el punto de mira de un ojeador laboral, de un cazatalentos habilidoso que está pendiente de tus pasos. Y, como suele dice en el mundo de los negocios: “Construir una reputación cuesta mucho, arruinarla solo un segundo”.

 

 

Miriam Yubero

 

OTROS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
NOTICIAS RELACIONADAS

Suscríbete ahora

LO MÁS DESTACADO