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Calamaro reúne todas sus facetas en Cargar la suerte

Jesús Casañas| 17 de noviembre de 2018

Ya tenemos en la calle Cargar la suerte, el nuevo disco de estudio de Andrés Calamaro. Doce temas en los que el artista argentino revisa sus propias versiones de sí mismo, pero prestando especial atención al rock de autor.

En nuestro país le conocimos al frente de Los Rodríguez, que, con su rock elegante de raíces stonianas y toques latinos, supieron coger el relevo del pop rock ochentero cuando llegaron los noventa. Apenas tres discos de estudio llenos de temas tan recordados como Sin documentos, Milonga del marinero y el capitán o Aquí no podemos hacerlo que hubo que completar con un directo y dos recopilatorios.

Igual de exitosa, pero mucho más irregular y excesiva fue su vuelta a la vida de solista, con discos de 37 canciones, discos de 103 canciones, hits como La Flaca, Te quiero igual o Cuando te conocí y diversos descensos a los infiernos con sus inevitables sequías creativas.

Menos conocida en España fue su etapa como parte del mítico grupo de rock argentino Los Abuelos de la Nada (junto a Miguel Abuelo) y su primera etapa como solista (recopilada en Grabaciones encontradas) de los años ochenta.

En todo este tiempo le hemos visto en todas sus facetas: cantante multiinstrumentista, compositor compulsivo, músico bohemio, artista excesivo, productor musical, cantautor trasnochado, genio incomprendido, poeta incontestable… Y rastros de todas ellas podemos escuchar en su nuevo disco de estudio, Cargar la suerte.

En el primer adelanto, Verdades afiliadas (tema encargado también de abrir el álbum), se remarca la presencia de guitarras para lanzar un mensaje: se trata de un disco de rock. Rock elegante y pausado, rock de autor y bastardo, pero rock al fin y al cabo.

Que se apague el fuego que tengo dentro del pecho”, canta Calamaro mientras le vemos conducir por las calles de una ciudad nocturna en el correspondiente videoclip. Frase que serviría además de inspiración para la portada del single, en la línea roquera del art work de todo el trabajo.

 

 

Los discos quíntuples parece que quedaron atrás, y el set list está compuesto por un total de doce temas cuyos textos están plagados de referencias a su universo particular, de la tauromaquia a Sabina, de Maradona a Nieztsche, y que alcanzan su máximo estado de inspiración en Las rimas, donde casi a modo de rap no para de enlazar frases lapidarias. “No te pesan la pajas, te pesan los años”. Calamaro irónico, gracioso, locuaz, hiriente. Calamaro en estado puro.

Los arreglos musicales han corrido a cargo de Germán Wiedemar (encargado además de pianos y teclados), y la dirección técnica ha estado en manos de Gustavo Bornery. Ambos han producido el disco junto al propio Andrés, grabando todos los temas en una misma sala con una banda formada por hasta trece músicos. Solo nos queda descubrir cuanto antes qué tal los defienden sobre un escenario.

 

Por Jesús Casañas

 

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