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Bancos y depósitos: por qué el efectivo ya no se remunera

Maddalena Liccione| 12 de abril de 2021

¿Te van a cobrar por los depósitos? Este tipo de producto es una de las opciones más socorrida por los ahorradores que quieren rentabilizar su dinero sin correr riesgo. Pero, ¿cuáles son los costes de mantener la liquidez en la cuenta corriente?

¿Quién recuerda los intereses de las cuentas corrientes? Ahora parece que fue hace siglos cuando las ganancias se podían acumular simplemente depositando dinero en el banco. Por otro lado, no sería nada extraño, quienes depositan dinero en el banco de hecho están prestando sus ahorros a una entidad de crédito y deberían ser compensados ​​por ello. Desafortunadamente, todos sabemos que este ya no es el caso.

En un escenario de tipos de interés negativos, las cuentas corrientes seguirán sin generar rentabilidad

 

Desde hace años, los bancos tienden a no ofrecer intereses sobre las cuentas corrientes e incluso los instrumentos de depósito ofrecen rendimientos muy limitados. No solo la liquidez ya no se remunera, sino que depende de factores que escapan al control de los bancos. Pero la mala noticia para quienes han depositado grandes sumas en cuentas corrientes no acaba ahí. Los bancos están comenzando a tomar medidas drásticas para que sea cada vez menos conveniente mantener dinero en la cuenta corriente.

En los últimos meses, la decisión de algunas entidades de empezar a cobrar a los clientes particulares ha hecho que se extienda el nerviosismo entre millones de ahorradores españoles. Está sobre la mesa que la práctica se extienda y haya que pagar por tener el dinero en el banco. De momento, esta alternativa solo está en marcha por parte de BBVA e ING para clientes con grandes depósitos y poca vinculación.

ING y BBVA han dado el primer paso de una medida impopular

 

El primero en comunicarlo en España fue ING. La filial española del banco holandés cobrará 10 euros a los clientes sin domiciliar su nómina que tengan en su cuenta más de 30.000 euros a partir de este mes de abril. “Nos encontramos ante un entorno complejo de tipos de interés que parece que va a permanecer por mucho tiempo”, explican fuentes de ING. “Además, en el último año marcado por la situación de la pandemia el ahorro de los ciudadanos se ha incrementado notablemente. Ante este contexto, en ING hemos decidido reservar nuestra cuenta de ahorro (Cuenta Naranja) para los clientes con nómina o ingresos recurrentes en el banco. Nuestro objetivo es que los clientes que nos han elegido como su banco principal tengan todos los beneficios posibles, entre ellos la posibilidad de depositar sus ahorros con nosotros”.

BBVA también se ha apuntado a esta tendencia para cobrar 0,025% al mes a los saldos de los clientes menos vinculados a partir de los 100.000 euros en la cuenta, cuando esta sea superior a los 200.000 euros. Es decir, un 0,3% anual. “Una medida que afecta al 0,2% de los clientes”, según estimaciones del banco vasco”.

 

La estrategia de los bancos

Los bancos captan 73.000 millones en depósitos en el año de la pandemia en pleno debate sobre si cobrar por ellos. Este importante incremento tiene una justificación muy vinculada a un periodo de crisis. La incertidumbre económica y las restricciones en el comercio han hecho que los hogares hayan optado por el ahorro frente al consumo, reduciendo la petición de créditos y guardando el dinero para cuando se abra una mayor certidumbre sobre la economía ¿Cobrarán los bancos por guardar el dinero de los clientes? El debate está abierto en el sector y ha tomado forma durante los últimos meses, al tiempo que la pandemia ha constatado que los tipos de interés negativos se mantendrán mucho más tiempo del inicialmente pensado.

La alternativa a cobrar por los depósitos que se está abriendo paso en el sector financiero español son las comisiones de mantenimiento en las cuentas corrientes. Para evitarlas, el banco exige una mayor vinculación. Es decir, o se tienen varios productos contratados o se paga por tener el más sencillo de ellos, la cuenta corriente.

Muchos bancos en España y en Europa, están desarrollando planes para persuadir a los clientes de que movilicen liquidez

 

Entonces, ¿cómo debería comportarse el inversor?

Muchos bancos en Europa, de hecho, están desarrollando planes para persuadir a los clientes de que movilicen liquidez, en algunos casos incluso aplicando nuevos costes a los ahorradores. La estrategia de la banca pasa por incentivar en la medida de lo posible que un cliente utilice su entidad más allá de las cuentas para ingresar la nómina y tener una tarjeta de débito. Antes de todo, el inversor tiene que saber que mantener la liquidez en la cuenta corriente tiene tres tipos de coste:

Un coste directo, relacionado con el mantenimiento de la cuenta corriente, que puede llegar a ser muy significativo en términos absolutos.

El coste-oportunidad: eso es lo que se pierde al renunciar a generar retornos a largo plazo. De hecho, cuanto más aumenta el horizonte temporal, más aumenta la oportunidad de que este tipo de coste sea muy elevado.

El coste de la devaluación del capital, debido a la inflación.

A estos costes también existe un riesgo nada despreciable: en caso de problemas de liquidez del banco, los depósitos superiores a 100.000 euros no están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos.

Los retornos de inversión tienden a acumularse a largo plazo, gracias al retorno extra generado por la inversión de beneficios. Los instrumentos de liquidez han generado retornos bastante bajos en comparación con otros tipos de retornos financieros: si nadie puede predecir la performance futura de los mercados, lo que se puede decir es que el efectivo seguirá generando retornos bajos en los próximos años.

Si un inversor ha optado por no invertir parte de su liquidez no está perdiendo oportunidades de mercado a corto plazo (donde los mercados pueden ir tanto positivos como negativos), pero puede estar perdiendo sobre todo el potencial de explotar a su favor el efecto de composición de intereses a largo plazo, esto puede tener consecuencias muy importantes en la construcción de su patrimonio.

Una aclaración es necesaria: nadie puede predecir la tendencia de los mercados y saber exactamente cuánto rendirá una inversión, pero lo cierto es que, en un escenario de tipos de interés negativos, las cuentas corrientes seguirán sin generar rentabilidad.

 

 

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