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2021: Un año para mejorar nuestra biblioteca

Juan Carlos de Laiglesia| 27 de enero de 2021

Los aniversarios de grandes genios literarios nos dan la ocasión de recuperar lecturas de nuestra biblioteca como Madame Bovary o La Divina Comedia.

Leer es de las aficiones más baratas que existen y una de las que mejores sensaciones procuran. En un año que impone el recogimiento, los mensajes de literatos brillantes pueden actuar como sustitutos de los añorados contactos personales. Y también la calma a la que nos vemos sometidos proporciona, queramos o no, el tiempo y el ánimo necesarios para lecturas que, por antiguas, quizá nos han dado pereza en otros momentos y sin embargo transmiten una enorme carga cultural que nos hará más fuertes.

Coinciden en 2021 varias efemérides que recuerdan el nacimiento o fallecimiento de grandes escritores dándonos la oportunidad de releerlos o de conocerlos por primera vez con la paciencia y detenimiento que merecen sus obras. Además de la maestra de la intriga Patricia Highsmith o las imprescindibles españolas Pardo Bazán y Carmen Laforet, están de homenaje los poetas Keats y Baudelaire, la ciencia ficción de Stanislav Lem y muchos otros autores.

Es el caso de esa Divina Comedia de Dante Alighieri (1265-1321) cuya lectura hemos aplazado un año tras otro. Quien no se decida por su original en rima, puede probar con la versión en prosa publicada en nuestro país en 2018 por José María Micó. Más cercanas en el tiempo, aunque tampoco demasiado, están las fábulas de Jean de La Fontaine (1621-1695) con las que muchas generaciones han crecido, envueltas en la fantasía y las moralejas de sus historias protagonizadas por animales. ¿Quién no recuerda El lobo y el cordero o La cigarra y la hormiga?

Sin salir de Francia, también es el momento de revisar a Gustave Flaubert (1821-1880) y su Madame Bovary publicada en 1857, que desarrolló la naciente corriente literaria realista, e incluso de aficionarse a este autor con otras de sus novelas inmensas como Salambó o La educación sentimental.

Hace 200 años nacía Fiodor Dostoievski (1821-1881), principal responsable de la reputación de los escritores rusos que Tolstoi culminaría. Su exploración de los recovecos psicológicos humanos, excitada por una azarosa vida (encarcelado, condenado a muerte, ‘perdonado’ a cambio de trabajos forzados) continúa inspirando a narradores, poetas y filósofos actuales. ¡Adelante, pues, tengamos en nuestra biblioteca Crimen y Castigo, El Idiota, o la siempre vigente Memorias del subsuelo!

Más ligero y próximo a nuestra cultura resulta leer a Augusto Monterroso (1921-2003) genio del microcuento lleno de humor y sentido, como su legendario: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

Cualquier pretexto, en fin, es bueno para rellenar los huecos de nuestra biblioteca y puedo asegurar que, al vencer esa irreflexiva resistencia que nos provocan los textos antiguos, el alimento y el ánimo que proporcionan permanecen intactos.

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